lunes, 30 de abril de 2018

IX Ruta de las fortalezas 2018, Pº181.

El 14 de abril tomé parte en la Ruta de las fortalezas, prueba de 54km que se disputa en Cartagena, con 1700m positivos y cuyo recorrido une distintas fortalezas y restos de fortificaciones, mostrándote gran parte del patrimonio histórico, cultural y paisajístico de Cartagena.
Había estado ya bastantes veces en Cartagena, sobretodo para hacer el triatlón de allí y he de decir que tenía una imagen preconcebida de esta bastante errónea. Pudiera parecer una ciudad industrial con poco encanto y nada que ver y disfrutar pero nada más lejos de la realidad, simplemente que hay que ahondar un poquito para disfrutar de todos sus encantos. Decir que el recorrido me encantó.

El único pero que le pongo a la prueba es que para poder participar en ella primero tienes que preescribirte para el sorteo de dorsales y luego si te toca hacer la inscripción. Es enorme la demanda de solicitudes para correr esta prueba y ´´solo´´ salen 3800 dorsales, yo por suerte me pude hacer con uno de ellos. La gente se toma esta prueba como si fuera el Mundial de Murcia, antes de la salida solo ves gente superilusionada, contenta y con cero nervios y eso que están a las puertas de una prueba de 54km con toda su miga.

La salida se da desde el puerto de Cartagena, mismo lugar donde se realiza el triatlón.
La carrera está organizada por el Ayuntamiento de Cartagena y por La Armada, algo que ya te garantiza que por falta de voluntarios durante el recorrido no va a ser, de diez como monta esta gente estas cosas. Se procede a tocar el himno antes de dar la salida y a izar la bandera de España. Con esto a Javi se le hubieran saltado las lágrimas, a mí me pilló en el servicio cuando lo de la izada y cuando dieron la salida, así que si alguno me vió salir dirá que soy republicano jajajaja, a mí la monarquía ni fu ni fa, eso sí, si tengo que elegir me quedo con la Sofi que a la Leti no la trago jajajajaja.

Salgo del servicio y entro en la marabunta de gente. Es acojonante toda la gente que sale. Me tiro minutos y minutos adelantando a gente sin parar. Voy pasado de rosca pero como no sé si en la primera fortaleza se va a estrechar la cosa y se va a armar tapón y a parar la cosa intento apretar lo que puedo. Llego al primer castillo pasando a mucha gente pero miro hacia delante y no veo a los primeros ni de coña, corre la gente que se las pela.

Sobre el km 6 me paro a vaciar la vejiga y allí coincido por primera vez con la gente de Ultra trail Almería, ellos corren por equipos. Ya serían mi referencia para toda la carrera. Vaya grupo guapo de gente que van.

Comienza el asalto al Castillo de San Julian. Miras para arriba y ves donde está el final y ya ves que esto va a tener su miga. No son subidas excesivamente duras, se puede mantener un trote bueno, es más, tan bueno que como te pases de rosca vas cavando tu propia tumba sin darte cuenta porque el terreno deja hacer. Yo voy subiendo con mi pasito corto haciendo camino, voy disfrutando de la carrera. En uno de los bucles me cruzo con Alejandro y con Bienvenido, siempre anima ver caras conocidas entre tanta gente. Ellos compiten ahora en otra liga. Llego a la cima y allí sello el pasaporte; una hoja donde los militares al paso por controles de referencia te tienen que sellar para luego verificar que has pasado por todos y recibir tu medalla en meta.

Comienza una bajada por vereda donde voy disfrutando tela, voy pidiendo paso para ir más rápido y eso que no bajo yo muy allá y menos con zapatillas de asfalto pero se nota que muchíiiiiiisima gente de allí o por lo menos la mayoría no toca el monte. Vamos por una vereda muy bonita divisando ya las distintas calas de Cartagena.

Esto es un no parar y conforme acabas de bajar tienes un tramo llano muy corto, miras hacia arriba y allí que te encuentras El Calvario. Te duele el cuello de mirar tan para arriba y si miras hacia la derecha ves pasar a los primeros que ya están de vuelta. Maaaaaaaaadre mía lo que me han metido ya y llevamos solo 11km y eso que tampoco es que yo haya ido de paseillo. Nuevamente subida donde se puede hacer camino pero intentando no reventarme en exceso. Le sigue una bajada por hormigón que te va rematando las piernas poco a poco.

Bajada y nueeeeeeeeevamente subida para subir a una nueva fortaleza. Esto ya se está haciendo pelota pero con mi pasillo corto más o menos voy haciendo camino. Voy siempre adelantando y siendo adelantado por el grupo de Ultra Trail Almería ya que ellos de vez en cuando van parando para juntarse todos. Es un espectáculo ver como corren todos los equipos, vestidos iguales y juntos todo el rato ya que tienen que llegar así para puntuar en la clasificación. Tiene que ser una gozada mientras no te toque ser el eslabón débil porque si no las vas a pasar putas ya que el quinto hombre es el que cierra la clasificación del equipo.

Nueva bajada y ya encaramos un tramo que es el mismo que el circuito de la bici del triatlón de Cartagena. Lo vamos a hacer entero hasta llegar a Cartagena donde también vamos a hacer casi igual el de carrera a pie, salvo un tramo que nos desvían para pasar como por el casco antiguo de la ciudad que está muy chulo. Será por el km 24 o así y ahí a mí me vienen las rebajas todas juntas, puffffffffffffff, que bajonazo me ha dado y para mas inri pasamos justo por delante de donde tengo el coche. Me lo pienso muy mucho si retirarme o no porque voy muerrrrrrrrrrrto y me quedan por delante 30km, vamos casi nada. Creo que la carrera de Rio Mundo me ha pasado factura pero no puedo poner eso de excusa porque ya sabía lo que había pero es que miraba hacia los lados y aquello era un reguero de gente penando que no era normal para la cantidad de kms que quedaban. Creo que le estamos perdiendo el respeto a este tipo de pruebas de una manera que no es normal, incluido yo aunque ya me estoy reformando.

Decido andar un poco a ver si así recupero y en esas que me pasa Cervellera y después los del UltratrailAlmería y me animo un poquillo. Estos paran un poco para esperar a un compañero y ya tiro yo a mi ritmo. En este tramo vamos por la cera de la ciudad, quizás es el tramo que menos me guste de toda la carrera junto con uno del final también por la cera. Nos dirijimos a la base naval, tramo que a mucha gente no le gusta pero a mí me encantó. No sé, son sitios que creo que si no es por la carrera nunca pudiéramos acceder a ellos. Los barcos que allí se veían eran espectaculares. En estos últimos tramos se puede correr muchíiiiiiiiisimo y hacer camino pero yo ya voy en modo Walking Dead penando de lo lindo, mantengo el trote pero tampoco es que sea una cosa del otro mundo, es más juraría que a eso no podemos llamarlo ni trote pero ves al resto de la gente que va más o menos igual y tampoco te sientes tan mal como pudieras.

Salimos de la base y con las mismas empieza una nueva subida. En este tramo quizás sean donde tengamos las vistas más bonitas, con calas espectaculares y una panorámica de toda Cartagena. Cuando vas muerto ya te pones a positivizar y tirar de donde no hay pero con todo y con eso le sacas el lado positivo. Si estás allí es porque quieres y porque es lo que te gusta. En estas pruebas está claro que vas a pasar momentos buenos pero sobretodo momentos malos y hay que saber pasarlos. Aprendes a vivir con la mataera, la mataera te alimenta, la mataera es tu amiga jajajajaja. Consigo llegar a la cima donde esta la fortaleza y el avituallamiento y me paro a echar agua y comerme 7 gajos de naranja, el militar partía y yo iba comiendo, mano a mano jajajaja.

Bajada cortita, pequeño repecho y nuuuuuuuuuuuuuueva subida esta por asfalto y larguilla donde te ibas cruzando con los que venían ya de vuelta. Ufffffff aquí podías correr aunque fuera un poquito pero yo ya iba listo de papeles y decido andar rápido. Llego arriba, como y para abajo. Empiezo a bajar y no echo a andar para aprovechar lo favorable del terreno y hacer camino pero ganas de andar todas las del mundo porque voy fundido pero ya me digo que era la última subida y que ya lo tenía hecho porque quedaban pocos kms, nada más lejos de la realidad.

Algo que eché en falta y que no cuesta nada es poner el perfil en el dorsal como hacen la mayoría de las carreras por montaña, así puedes ir echándole un vistazo y ver por donde vas y lo que te queda.

Me junto nuevamente con los de Almería y entramos en un tramo entre pinos que pica para arriba donde uno pone el ritmo y allá que vamos todos detrás haciendo camino pero al comenzar la bajada uno del equipo se queda y deciden esperar, yo tiro para adelante.

Cuando quedaban pocos kms y pensaba que ya íbamos para meta nos meten otro nuevo castillito y este no veas como picaba , aparte de que era técnica la subida. Lo hago bastante bien, me vengo arriba un poco y voy cogiendo a alguna gente aunque no está uno ya para muchos alardes. La bajada hormigonada se las traía y al final de esta veo a Cervellera que va jodido. Le voy recortando poco a poco hasta que lo pillo y ya voy con él hasta meta, aunque al final el jodio se me adelanta en meta jajajajaja entrando el 181º de un total de 3800, así que ni tan mal y en un tiempo de 5h53´a 1h46´del primero, puffffff increíble como corre la peña con el recorrido que había, brutal.

Decir que la meta estaba retirada de la salida, algo que no me gusta en las carreras y que había que esperar a que el autobus te acercara hasta la salida. De todos modos no había que esperar mucho pero a mí siempre que eso se pueda evitar lo agradezco, viene mejor tanto al corredor como a la familia o acompañantes que van a verte.

Animaros a los que no hayáis hecho esta carrera porque es espectacular, por lo menos una vez en la vida hay que hacerla. Eso sí, la pega del sorteo y que te toque, que lo mismo hay que esperar unos años para estar allí si tienes ganas pero por lo demás chapó, a mí me gustaría repetir, quién sabe en un futuro.

jueves, 12 de abril de 2018

VI Desafío Calar de Rio Mundo, 45km, Pº77.

El sábado pasado tomé parte en el Desafío Calar de Rio Mundo modalidad 45km. Una prueba con 2350 metros de desnivel positivo que tenía lugar en la Sierra del Segura, concretamente en Riopar.
Ese mismo fin de semana tenían lugar las pruebas de 105km, 65km y 25km.
Hasta allí me fuí con Muriana en un viaje largo porque está lejillos pero que hicimos echándonos unas buenas risas. La próxima vez repetimos pero te vas tú solo que aquello es muy duro jajaaja.

Llegamos a las 12:00 de la noche a Riópar, es lo que tiene ser pobre y tener que trabajar jajajajaja y nos alojamos para hacer noche en La venta el Laminador. Lo comento porque pudiera ser que por las fotos tirara para atrás el sitio pero no es así. Buena habitación y gente superamable los dueños con el bar donde podías desayunar bien por dos duros. En el menú Atascaburras, Ajo pringue y otras cosas típicas de la zona. Decía el dueño al decirle que íbamos de Almería que aquí solo se comen mierdas y verduras de esas jajajajaja.


Os dejo el vídeo de la prueba antes de la crónica.

Amanece un día frío pero tampoco tan mal como lo pintaban en las últimas noticias, eso sí, la gente iba abrigada hasta arriba. Yo creo que fuí de los pocos que salieron en manga de tirantes, es más, no recuerdo a nadie más, que no digo que no los hubiera pero es que yo iba cómodo así. Como en teoría había muy mal tiempo la organización antes de salir dijo que la carrera se recortaba y que pasaba de 45km a 41km, eliminando la subida de la Almenara, ejem, ejem, al tiempo.

Dan la salida y salgo junto a Muriana. A Guzman lo dejamos que se vaya por delante pero porque queremos eh, que nosotros estamos igual o más de fuertes que él ajajajaja. No es que hayamos pactado ir juntos Juanjo y yo todo el rato pero es que el chico se empeñó jajajaja. Yo tenía claro que tenía que hacer la prueba a mi ritmo porque no estoy muy allá y acoplarte al ritmo de otro puede ser un suicidio. En la salida sobre 300 corredores. Salimos picando hacia abajo por camino ancho y aquello se estira rápidamente. Yo voy junto a Juanjo en mitad de la carrera para alante. La gente sale ´´rápida´´ para lo que es la prueba y entre que es el principio y que tampoco sabes si se va a estrechar la cosa y a armar un tapón te dejas ir y le das.
Hacemos un par de kms fáciles por camino y ancho y ya apartir de ahí la cosa empieza a picar hacia arriba. Vamos entrando una zona rodeada de pinos espectacular. Decir que para los que entrenamos por Almería que es un desierto prácticamente y un pedregal correr por aquella zona es un lujo. Se estrecha el camino y vamos en fila de uno pero como las fuerzas están intactas la gente no se para mucho y se va haciendo camino.

Hacemos una bajada entre árboles espectacular por una vereda y siempre como acompañante el sonido del agua circulando por riachuelos cercanos. La bajada no es técnica pero si es larguilla y va haciendo daño en los cuadriceps al tener que ir reteniendose uno para no estamparse. Acabamos la bajada y nos dirijimos al Puerto del Arenal que pica hacia arriba pero es llevadero. Hasta allí llego con Juanjo al avituallamiento pero el decido parar y yo no, solo lo justo para pegarle un trago a un vaso de cocacola.

Salgo a mi ritmillo en ligera subida por camino ancho. Paro a mear y así darle tiempo a ver si venía Juanjo pero nada. Salgo a mi ritmo por el camino y al rato giramos a la izquierda y nos encontramos una pared importante puffffffff, todo no podía ser tan bonito, vaya pared. Empiezo a notar que voy algo tostado fruto de haberme flipado en la primera parte de la carrera pero es que no me veía mal. El desnivel es importante y fruto de ello me permite ver por donde viene Juanjo y decido esperarlo. El tio viene de palique y riéndose con sus cosas jajajajja. Me pilla y hacemos camino otra vez junto a una chica que nos llevaba reventados pero allá que íbamos nosotros disimulando ajjajaja. La cuesta se está haciendo pelota, estamos subiendo El Padroncillo. La última parte de la subida ya se las trae. Entramos en una zona por roca resbaladiza donde hay una cuerda a la que te tienes que agarrar para poder subir y con todo eso te las deseas para hacerlo y no resbalar y caer. En esta zona lo de menos es perder dos minutos más. Hay que asegurar y pensarse mucho donde va a poner uno el pie para hacer palanca y subir.
Pasada esta zona llegamos arriba del todo donde tenemos un cresteo y una posterior bajada con una primera parte supertécnica entre rocas pero que luego van desapareciendo y tiene zonas muy bonitas.
Me pasa una chica como las balas, creo que iba segunda y que pasa a la primera con la que iba yo. A partir de ahí van mano a mano pasándose una a la otra aunque creo que tampoco eran muy conscientes y que aquello es supervivencia para todos.

En la bajada del pradoncillo no es que disfrutara mucho, no voy fino. Me parao a andar un poco para comerme las barritas y que me entren mejor. Recupero y hago la siguiente parte bien hasta llegar al Campamento de San Juan donde nuevamente paro lo justo a llenar agua y beber cocacola. Me doy cuenta de que una bolsa de agua la llevo pinchada puffffff. Sigo a lo mío.

Nada más salir hacemos una bajada fácil y con las mismas una buena subida tipo cortafuegos pero muy cortita. Del 19 al 24 creo que es donde más rápido corro o por lo menos donde más avanzo pasando a gente. En un tramo que hay de carretera llevo una marcheta muy buena y paso a unos cuantos. No era el objetivo ir pendiente de la gente pero eso quieras que no siempre anima.

Pasamos por una zona entre almendros en flor bellísima. Tengo la mala suerte de que el móvil se me ha apagado y no puedo echar fotos, un verdadero putadón porque el sitio es increíble y me da mucho coraje. Junto al camino hay un caballo blanco que yo creo que es el animal más bonito que he visto nunca. Un coche para y se acerca a verlo, es espectacular.

Comienza una pequeña subida donde hay algunos escalones hechos de manera natural en el camino hasta llegar al avituallamiento de Riopar Viejo. Nuevamente paro lo justo a beber cocacola y seguir. Esta zona tiene un castillo y alojamientos junto a unas tiendas. Creo que es la más bonita para pasar un fin de semana.

Pasamos por una zona llana que hago no muy allá pero por lo menos voy avanzando hasta que entramos en una vereda estrecha que empieza a picar para arriba. Nelly me escribe al móvil y me dice que como voy, veo que me quedan 14 y le contesto que bien, me veo entero para acabar fácil dentro de lo que cabe, puffffffff iluso de mí.

Aquello empieza a subir y a subir y a subir y a subir y no se acaba nunca y encima es duríiiiiiiiiiiiiiiiiiisimo. Miras para arriba y ves la hiera de gente subiendo y aquello no tiene fin. Se va algún km por encima de 15´el km y eso sin parar en ningún momento. Vas subiendo con la esperanza de aquello aclare pronto y se allane pero nada y para más inri cuando piensas que ya estás llegando al final levantas la cabeza y es como si empezaras otra subida nueva pero más dura. Parece de broma.

Llevo una hora subiendo y aquello no clarea y me pillo un globo que no veas. Lo paso mal mal. No sé si parar tirar para atrás, para adelante o qué. Me pasa uno y me dice que guarde que todavía queda subida. Qué guarde? si voy muerrrrrrrrrrrto. Voy mirando los kms y el perfil de la etapa y ya voy por el km31 que se supone que era donde estaba el avituallamiento pero a mí me queda todavía un mundo para llegar arriba y no lo veo.

En la subida me adelanta uno de la carrera de los 105km. Le pregunta otro que cuánto tiempo llevaba y contesta que 17 horas, jooooooooooooder que huevos tiene, da verguenza decir que va uno cansado vienda a esta gente. Sigo subiendo hasta que por fin se acaba la jodida subida pero con la mala suerte que entramos en una zona supertécnica de piedras donde cuesta bajar. Me tomo un sandwich de queso philadelfhia pero las fuerzas me dan para masticar la mitad y la otra escupirla, voy listico de papeles y solo voy pensando en llegar al avituallamiento e inflarme a cocacola.

Acabo la zona técnica y ya pof fin llego al avituallamiento. Me paro tranquilamente y me como dos plátanos y medio litro de cocacola que me dan la vida entre comillas. Hace frío y me quito la mochila y me pongo la camiseta interior que llevaba dentro y me quedo en la gloria. Me tenía que haber puesto la camiseta mucho antes pero es que no llevaba ni fuerzas para ello.

Miro los kms que llevamos y pregunto los que quedan y me cantan que entre 8 y 9. Vamos que los cojon... han recortado, van a salir 45km como 45 soles, vaya broma. Ya podían haber avisado antes.

Comienza quizás de las zonas más bonitas de la carrera. Una vereda con un riachuelo que la cruzaba de vez en cuando y que tenías que cruzarla y meter los pies en ella. No estaba fresca , estaba helada jajajaja que ya era lo que faltaba con la mataera que llevaba encima. Salgo de la vereda y comienza una zona de camino que pica hacia arriba y en la que voy trotando poco a poco para que no se me vaya mucho el tiempo. Entro nuevamente en una vereda entre pinos donde no se escucha nada de nada. Estoy yo solo con mis pensamientos. Es un ejercicio de introspección espectacular que te alimenta el alma.

Esto es un niño huérfano que entra en el telepizza y le dice el dependiete: qué quieres niño? y le contesta el niño: dos familiares. A esto que le dice el encargado: chaval pero tu estás hablando de pizas, y le dice contesta el niño: noooooo si yo estoy hablando superdespacio. Vaaaaaaaaaaaaaaaa tenía que colar el chiste, si total hasta esta parte de la crónica no habrá llegado nadie jajajajaja.

Encaro los últimos dos km que son por camino y miro para atrás para ver si viene alguien. Vaya, vienen dos y vienen rapidillo. Aquí me sale la vena de picao para aguantar el puesto, ya ves tú el jugarse el 76 o el 77 jajaja pero ya puestos con el esfuerzo realizado tampoco sabe bien perder puestos en el último km. Me pasa uno pero el otro no para acabar el 77 de la general de la carrera de 45km en la que han salido 300 y han acabado solo 258. No me puedo quejar ya que he aguantado el envite de la gente Kalenji que yo esperaba que me iban a pasar en la subida dura. Acabo cansado pero supercontento de haber disfrutado de la carrera y esos días con Juanjo.

La carrera por circuito merece la pena. La bolsa del corredor es espectacular, la mejor que he visto nunca. Eché en falta algo de seguridad en el recorrido por si pasaba alguna cosa y algún avituallamiento más o por lo menos en el km que se suponía que debían de estar según la organización, con todo y con eso recomiendo hacerla al menos una vez en la vida en alguna de sus distancias.

jueves, 5 de abril de 2018

Tenía que sobrevivir. 4,5💥

Alguno estará hasta los hué... de tanto libro y de que no ponga ninguna crónica de carreras en el blog pero es que ahora mismo es lo que hay. Con el permiso de paternidad me he tirado un mes sin rascar bola deportivamente hablando, eso sí, disfrutando de la niña tela, así que no cambio el no andar nada de nada por esto porque ha sido el mejor mes de mi vida.

Esta semana ya me engancho otra vez a las carreras. Estaré junto con Muriana en el Desafío Calar de Rio Mundo, en la prueba de 45km. Como referencia de como está la cosa decir que la semana pasada que si entrené con normalidad hicimos junto con un grupo de gente excepcional el circuito de la carrera por montaña de Gador de 22km y a la vuelta con Muriana tuvo que parar el coche para vomitar del pajarón que pillé jajajajja y eso que fuímos de pachangeo. Es más, estabamos apuntados a la distancia de 65km y fue acabar ese día y cambiar a la de 45km, era mucho arroz para tampoco pollo y con todo y con eso yo creo que lo más sensato hubiera sido ir a la de 20km en opción senderista jajajajaja pero en fin, así están las cabezas. 45km no son pocos, no sé yo si acabaremos o no pero por lo menos disfrutaremos del paisaje de allí todo lo que se pueda.

Vamos al libro.

4,5 estrellas de 5 posibles le damos a este libro. Y no le doy 5 porque siempre algo se puede mejorar. Ahora dirá mi colega Javi que 4,5 no se puede dar, si el caso es dar por saco ajjajajajaj.

Pongo la sinopsis primero:
Editorial Alrevés; Edición: 1 (20 de febrero de 2017)
Páginas 344.

Tenía que sobrevivir es un iluminador relato de esperanza y determinación, solidaridad e ingenio, que aporta una nueva perspectiva a una historia mundialmente conocida. El 13 de octubre de 1972, un avión de la Fuerza Aérea Uruguaya que llevaba al equipo de rugby Old Christians —y muchos de sus amigos y familiares— se estrelló en medio de la cordillera de los Andes. Este libro es el relato cautivante y desgarrador de esa larga experiencia con la muerte que impulsó a uno de sus sobrevivientes, Roberto Canessa, a convertirse en uno de los cardiólogos infantiles más conocidos del mundo. Cuando atendía a sus compañeros heridos en medio de la devastación que produjo el accidente, Roberto, que en aquel entonces tenía diecinueve años y era un estudiante de segundo año de medicina, se sintió la persona más afortunada del planeta: estaba vivo, y por eso mismo, debía estar eternamente agradecido. Mientras el grupo luchaba por sobrevivir más allá del límite de lo imaginable, Canessa jugó un rol fundamental para salvar a los demás sobrevivientes, atravesando la cordillera de los Andes junto a Fernando Parrado, exánimes y sin ningún tipo de equipo, en busca de ayuda. Esta delgada línea entre la vida y la muerte se transformó en un catalizador para el resto de su vida. Canessa traza un paralelismo único y fascinante entre su trabajo diagnosticando cardiopatías congénitas muy complejas a niños recién nacidos y fetos, y las decisiones difíciles de vida o muerte que fue forzado a tomar en los Andes. Con ternura y humanismo, Canessa nos incita a preguntarnos: ¿qué hacer cuando todo está en tu contra?

Y ahora mi opinión:
Quién no ha visto la película Viven? pues con todo y con eso, pese a conocer la historia y saber ya el final y lo que ocurrió el libro es espectacular; muy bien escrito te sumerge completamente en la historia hasta el punto de querer leer más y más hojas del tirón como suele ocurrir con los buenos libros.
El libro se diferencia claramente en dos partes. En una primera se narra la historia donde Roberto tuvo el accidente aéreo y todo lo que ocurrió después para intentar salir de aquello y luego una segunda parte donde Roberto cuenta como es su trabajo como cardiólogo infantil así como experiencias de familias cuyos niños han sido tratados por Roberto. 
No sabría decir que parte me gusta más. Si la aventura de la primera que es espectacular o la segunda que es la que más te pueda aportar como persona. Lo que no tiene duda es que la suma de ambas hace un libro de 10.
Si ahora mismo tuviera que recomendar solo tres libros este sería sin lugar a dudas uno de ellos.